miércoles, 26 de noviembre de 2008

VAMOS A JUGAR - 6 meses

Escrito para BabyCenter en Español
Juegos para estimular el desarrollo de tu bebé de 6 meses:




1- El aterrizaje de la cuchara



Hasta que tu bebé aprende a alimentarse solo, uno de los grandes retos de ser mamá o papá es meterle comida en la boca. Estas maniobras de la cuchara podrían ayudar. Habilidades desarrolladas: ser alimentado con cuchara. Qué necesitas: una cuchara para bebé. Ahora que tu bebé está listo para comer alimentos sólidos, es hora de trabajar en las innumerables variaciones que existen para darle de comer con la cuchara que pueden mantener a tu bebé con la boca abierta lo suficiente para que le des de comer. Aunque tal vez se canse pronto del viejo truco del "avión que va a aterrizar", hay muchas alternativas que puedes probar. Para sorprenderlo un poco, di: "¡Un cohete va a aterrizar en la luna!". Sostén la cuchara debajo de la mesa o de la charola de su silla alta, súbela rápidamente, pero con cuidado (tan vertical como puedas sin que se caiga el alimento) y métela suavemente a la boquita de tu bebé justo cuando digas "luna". También podrías usar un movimiento horizontal para llevar la cuchara al campo de visión de tu bebé al decir: "¡Aquí viene la lancha rápida!" O podrías mover la cuchara hacia arriba y hacia abajo para anunciar una "ballena nadando en el mar". Algunos bebés prefieren los trenes (así que puedes hacer sonidos de tren: "chucu-chucu-chucu-chucu ¡chu-chu!" al llevar la cuchara a su boca) o a los delfines (haz un dramático movimiento en forma de arco con la cuchara como si fuera un delfín saltando fuera del agua y métela a la boca de tu bebé (¡sin salpicar, claro!).



2 - ¡Bravo!
Llega un momento milagroso, tal vez alrededor de los seis meses, en el que tu bebé descubre que puede espontáneamente juntar las manos para que se toquen una a otra. Pero, incluso antes de que domine esta habilidad, los juegos de dar palmadas (aplaudir) le divierten muchísimo. Lo que es más, le brindan una oportunidad de interactuar contigo cara a cara y tratar de imitar tus acciones. Habilidades desarrolladas: coordinación de las dos manos. Qué necesitas: no se requiere equipo alguno. La canción "Tortillitas de manteca" les encanta a los bebés, pero este juego exige un poco más de esfuerzo. Sienta a tu bebé en el piso y siéntate frente a él con las piernas cruzadas. Si aún no puede sentarse sin apoyo, coloca una almohada detrás de él para sostenerlo y cántale esta canción (cualquier tonada servirá), haciendo lo que dice al irlo diciendo: Vamos a aplaudir Vamos a aplaudir Vamos a aplaudir Vamos a aplaudir Estrofas adicionales: Vamos a patear… (etc.) Toca tu cabeza... (etc.) Frótate la panza... (etc.) Ayúdale a tu bebé a que haga los movimientos, incluso si significa tomar sus tobillitos y ayudarle a patear. Puedes inventarte más estrofas (levanta las cejas, saca la lengua) mientras tu bebé continúe divirtiéndose.



3 - ¡Sorpresa!



Cuando un bebé está en el proceso de darse cuenta de la permanencia de los objetos (el concepto de que algo aún existe, incluso cuando no está a la vista), cualquier juego en el que las cosas aparecen y desaparecen es un éxito. Como los payasitos que salen disparados de una caja musical aún podrían asustarlo a esta edad, puedes hacer un juguete más adecuado para tu bebé usando materiales comunes que tienes en casa. Habilidades desarrolladas: comprensión de la permanencia de los objetos. Qué necesitas: una lata de café, un bote de yogur o un vaso grande de plástico suave o de papel; un palillo chino, lápiz o regla; un juguete pequeño de color vivo (lo mejor es una marioneta para los dedos); cinta adhesiva o pegamento. Haz un agujero en el fondo de la lata, el bote o el vaso. Mete el palillo chino, el lápiz o la regla (incluso un palito del jardín serviría) por el agujero y adhiere en la punta superior un juguete pequeño, una figurita de plástico o, lo que sería mejor, una marioneta para los dedos (deslízala por la punta del palito y asegúrala con un pedazo de cinta adhesiva). Ahora tienes un juguete que puedes hacer saltar con la mano. Jala el palito hacia abajo para que el juguete o la marioneta se esconda dentro de la lata o el vaso, y luego empújalo hacia arriba súbitamente cuando quieras que salude a tu bebé.

4 - Mira lo que pasa
Al ir los bebés observando más y estar más conscientes de la noción de causa y efecto empiezan a fascinarles los interruptores, el control remoto para la TV y otras cosas que parecen poderosos agentes de cambio. Contribuye a esa fascinación mostrándole a tu bebé cómo ciertas acciones producen ciertos resultados. Habilidades desarrolladas: sentido de causa y efecto. Qué necesitas: no se requiere equipo alguno. Empieza con cambio sencillos: abre y cierra la puerta de una alacena o un cajón, enciende y apaga la luz (además de encendido y apagado, esto demuestra luz y oscuridad). Luego pasa a cosas más activas: haz rodar una pelota por el piso a través de la habitación para que llegue a tu bebé, o pon un juguete de peluche en la orilla de la mesa y empújalo para que caiga en la silla. Si te sientes más audaz, ayúdale a abrir y cerrar la llave del agua (la fría, por supuesto).

5- Chef Osito
La hora de la comida puede ser un buen momento para que tu bebé aprenda que las acciones tienen resultados. Este juego es especialmente útil cuando tu chiquitín parece estar aburrido o cansado y se niega a comer. Habilidades desarrolladas: sentido de causa y efecto, un buen apetito. Qué necesitas: un osito o una muñeca con brazos flexibles; una cuchara para bebés. Si parece que el hecho de que trates de alimentarlo no es lo suficientemente divertido para que tu bebé coma, obtén la ayuda de su osito u otro animalito de peluche, o de su muñeca favorita. Lleva el juguete a la mesa y explícale que un amigo especial va a servir la cena esa noche. Sosteniendo la cuchara en la mano del osito, haz que el "invitado especial" le dé de comer a tu bebé. La ayuda del osito casi garantiza que obtendrás el resultado que buscas. También puedes sentar al animalito o a la muñeca junto a tu bebé, atarle un babero alrededor del cuello y anunciar que vas a alimentar a tu bebé y a su invitado alternadamente. Si tu bebé ya aprendió a sostener bien la cuchara, deja que él le dé de comer a su amiguito (pero prepárate para lavarle la cara después).

6- Botella de burbujas
¿Sabes lo hipnótico que es observar una lámpara de lava? Bueno, este juguete tendrá el mismo impacto en tu bebé y puedes hacerlo casi sin costo alguno. Seguramente se convertirá en uno de sus favoritos, tanto en la bañera como en el resto de la casa. Habilidades desarrolladas: destreza, familiaridad con los colores. Qué necesitas: una botella de plástico transparente (o varias) con una tapa que cierre bien; colorante para alimentos; detergente líquido. Llena con agua la tercera parte de una botella grande de plástico, como una botella de refresco o de agua. Añade unas gotas de detergente líquido y unas de colorante para alimentos. Cierra bien la botella con la tapa y dásela a tu bebé; muéstrale cómo agitarla para que haga atractivas burbujas de colores. Haz varias botellas de burbujas usando diferentes colores de colorante para alimentos y úsalas para enseñarle a tu bebé los diversos colores. Muéstrale cómo hacer rodar las botellas por el piso.

7- ¿Dónde quedó la comida?
Todos los juegos de escondite o escondidillas son divertidos para tu bebé a esta edad, ya que sigue estando fascinado con el descubrimiento de que algo que no puede ver sigue estando ahí. Este juego alegra la hora de la comida con la emoción de la persecución. Habilidades desarrolladas: motoras finas, comprensión de la permanencia de los objetos. Qué necesitas: un trapo de cocina limpio; alimentos que pueda tomar con los dedos; tazas o recipientes pequeños opacos. Muéstrale a tu bebé algo de comer que no sea muy húmedo o blando y cúbrelo con un trapo de cocina o una servilleta. Deja que levante el trapo y descubra que su refrigerio aún está ahí, aunque hace un momento no podía verlo. También puedes añadir algo al estilo de los magos. Pon dos pedazos pequeños de comida frente a tu bebé y cúbrelos con tazas u otros recipientes opacos. Añade al menos un recipiente más, sin nada bajo él. Mueve las tazas de un lado a otro sin levantarlas, para que no vea cuáles están escondiendo la comida y luego deja que tu bebé levante las tazas y la encuentre.

8- Aserrín, aserrán
Nada es tan divertido como un juego que acaba con una sorpresa. Combina eso con el habla rítmica, la cual los bebés pueden seguir con facilidad, y será todo un éxito. Habilidades desarrolladas: motoras gruesas, sentido de causa y efecto. Qué necesitas: no se requiere equipo alguno. Adentro en una alfombra o afuera en el suave césped, acuéstate boca arriba con las rodillas elevadas. Sienta a tu bebé en tu abdomen, de frente a ti, con su espalda recargada en tus muslos y rodillas. Muévelas de lado a lado, sosteniendo a tu bebé, y empieza a recitar: "Aserrín, aserrán, los maderos de San Juan" y en ese momento, al decir "San Juan", mueve las rodillas para rodar hacia un lado, y deja que tu bebé se deslice despacito hasta caer en la alfombra o en el césped (usa tus manos para asegurarte de que "aterrice" suavemente). Luego ayuda a tu bebé a volver a la posición inicial, sentado sobre tu abdomen, y continúa meciéndolo de lado a lado mientras dices: "Quieren pan, no les dan. Quieren queso y les dan hueso para que se rasquen el... ¡pescuezo!" Y en ese momento deja que se deslice suavemente de nuevo y hazle cosquillas en el cuellito al decir "pescuezo". Este es un juego que deleita a los bebés.

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